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Estuche de madera de la Escuela Nacional de Artes y Oficios
Lunes 6 de abril de 2015

Estuche de madera de la Escuela Nacional de Artes y Oficios

Estuche de madera de la Escuela Nacional de Artes y Oficios

Madera tallada. 13 cm x 10 cm x 4cm

En el marco de las actividades que se llevan a cabo en conmemoración del centenario de la reforma de Pedro Figari en la Escuela Nacional de Artes y Oficios (ENAO), este mes hacemos foco en una pequeña caja de madera que los alumnos de dicha institución, antecedente de la actual Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), obsequiaron a Pedro Figari.

En agosto de 1915 Figari asumió la dirección de la ENAO, a la sazón destinada a jóvenes en régimen de interinato. Figari se rebela contra el método de instrucción, “…de un rigor tan inconsulto que rayaba en lo arbitrario. Se usaba despóticamente la autoridad de manera altanera y aun brutal, y se abusaba de los castigos para inducir al orden”.1 En sólo dos años, Pedro Figari realizó una reforma integral de la institución, con miras a la formación de obreros-artesanos capaces de generar una “cultura práctica industrial”. También, desplazando la copia de modelos europeos, orientó la educación hacia una conciencia regional y humanista. Promovió el empleo de materia prima local, así como el estudio de la fauna y flora autóctonas a modo de insumos iconográficos para el diseño y la construcción de muebles y utensilios de uso cotidiano.

Esta pieza forma parte de una donación de Madgalena Figari de Olaso, nieta del artista, y actual presidenta de la Asociación de Amigos del Museo Figari. Se trata de un estuche de madera tallado en dos cuerpos que se encastran, y cuyo posible empleo fuera el de guardar tabaco suelto. Se buscaba mantenerlo fresco y en condiciones óptimas de humedad en una época en la que fumar era visto como un signo de elegancia y los cigarrillos ya preparados –industriales– no eran un bien de consumo tan frecuente como en nuestros días. La caja conoció, a lo largo del tiempo en que estuvo en poder de la familia Figari, diversos usos no relacionados al tabaco, principalmente como alhajero. La presencia de “patitas” –cuatro puntos de apoyo en los extremos inferiores– evidencia que fue concebido para un escritorio o mesa –no se trata de un elemento para portar en el bolsillo–. La manera en que las patas fueron talladas con ligeras curvas le otorga un ligero aire orientalizante que combina con el relieve de la tapa y enmarca un diseño vegetal con el monograma de las iniciales de Pedro Figari.

El motivo ornamental en el centro de la tapa lo constituye una rama de vid u otro vegetal con hojas similares. El grado de estilización del diseño dificulta la identificación de la especie, en el caso que se haya buscado representar fidedignamente alguna. Importa, de cualquier modo, señalar el simbolismo de los frutos, relacionados a la salud, el bienestar y la prosperidad como corolario del esfuerzo del hombre.

En esta pieza es posible apreciar algunas de las premisas que Figari difundió en la Escuela de Artes y Oficios. En especial, la búsqueda de motivos en la naturaleza y una factura artesanal, de sencilla resolución, si la cotejamos con otros objetos importados de la misma época.

1. Pedro Figari. “Lo que era y lo que es la Escuela de Artes” Informe publicado en el Apéndice N. 1 del Plan General de Organización de la Enseñanza Industrial, Imprenta Nacional, Montevideo, 1917.na.

Estuche de madera de la Escuela Nacional de Artes y Oficio

 
Dirección Nacional de Cultura