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Lunes 16 de Junio de 2014

Crítico y combativo

Pablo Carlevaro recibió el título de Doctor Honoris Causa

Autoridades universitarias y de gobierno, docentes, estudiantes, integrantes del servicio de Extensión Universitaria, del programa Apex y público en general acompañó este viernes a Pablo Carlevaro al recibir el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República. En su discurso, el homenajeado se centró en el futuro «que deberá hacerse y ser necesariamente mejor». Habló de la Universidad, de la educación y señaló que la solución de bajar la edad de imputabilidad penal no ataca las causas sino apenas el síntoma de una patología social.

personas 
Honoris causa/Pablo Carlevaro es un profesor de biofísica, reconocido por su extensa trayectoria
científica y docente

La entrega del reconocimiento surgió de una propuesta del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes (IENBA) y de la Facultad de Medicina, con el respaldo de la Asociación de los Estudiantes de Medicina (AEM). La laudatio fue compartida entre Samuel Sztern, director de la IENBA, Fernando Tomasina, decano de Medicina y Emiliano Vidal, representante de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay e integrante de la AEM. La mesa fue compartida por el rector de la Udelar, Rodrigo Arocena, y por los ministros de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich y de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman. El acto finalizó con la presentación del joven pianista Santiago Mesa.

Los oradores hicieron alusión, espontáneamente, a la contribución creadora de Carlevaro, marcando caminos a través de la confianza en cambiar la realidad y la defensa de las utopías. Rescataron su esfuerzo continuo por lograr la acción colectiva y su participación decisiva en momentos relevantes de la historia de la universidad.

Samuel Stern señaló que la relación de Carlevaro con la Escuela Nacional de Bellas Artes abarca a diferentes generaciones de estudiantes y docentes; repasó su participación en las instancias de discusión reformista que compartieron los militantes de la escuela y de la Facultad de Medicina a fines de la década de 1960: «ambos servicios propusieron que la enseñanza no estuviera más basada en el saber docente, sino en las necesidades formativas del estudiante». Tanto el plan de estudios de Medicina aprobado en 1968 como el que Bellas Artes proponía para sus estudiantes apostaron al fortalecimiento de la enseñanza en el ámbito comunitario. Stern se refirió a las dificultades que enfrentó la universidad a comienzos de los 70, recordó que Carlevaro estuvo presente «en cada lugar de la lucha», «comprometido con la universidad, con la vida, que para él es lo mismo, con una generosidad material e intelectual excepcional». El rector fue sintético y cálidamente entregó el título de Doctor Honoris Causa a quien reconoció como un «abanderado del ideal latinoamericano de universidad». El Paraninfo entero se puso de pie y sonó un largo aplauso.

Más allá de los síntomas 

Pablo Carlevaro 
Carlevaro: "Lo esencial del quehacer se da en la intimidad educativa" 

En su discurso Carlevaro prometió hablar del futuro, «que deberá ser necesariamente mejor». Se refirió a «lo mal valorado que ha sido el fuerte aporte institucional de la Universidad de la República» a lo largo de sucesivos gobiernos, lo cual ha sido acompañado por la negación de los recursos suficientes. A su entender esto ocurre porque «los gobiernos no le perdonan la autonomía que tiene vigencia constitucional, y que fue arrancada al poder político», «la negación de la autonomía significa desconfianza y miedo a la libertad», añadió. 

Acerca de los procesos de enseñanza, Carlevaro expresó que «lo esencial del quehacer se da en la intimidad educativa»; destacó la importancia de la enseñanza activa, de la incorporación crítica del conocimiento, porque enseñar a pensar genera la actitud y el hábito de cuestionar y liberar las ideas. Recordó los conceptos surgidos en la reforma de Córdoba: «En la intimidad educativa y por cultura de reunión, se identifican los que enseñando aprenden con los que aprendiendo enseñan». 

Enunció además otras propuestas concretas para la educación. En primer lugar recomendó la lectura de los escritos de José Pedro Varela, para esquivar «la banalidad con que irrespetuosamente se habla de la educación». También se refirió a la descalificación de los que enseñan, siendo retribuidos «con salarios de penuria». Señaló la importancia que tiene la investigación para enriquecer la práctica docente y sugirió que la ANEP otorgue períodos sabáticos a profesores y maestros. La iniciativa les permitiría integrarse al ámbito de la Udelar «no para que reciban clases sino para incorporarse a tareas de investigación, para que puedan acercarse a la creación del conocimiento», explicó. 

Carlevaro reflexionó acerca de los temas que preocupan a la sociedad uruguaya. Dijo que inquietan la violencia, la participación de los jóvenes en hechos delictivos, la deserción en la educación, «pero ellos no son sino síntomas de una enfermedad que afecta de un modo u otro a todo el cuerpo social», «la enfermedad de barrios enteros radica en la inequidad», afirmó. Señaló que sin embargo sobre la enfermedad y sus causas no hay suficiente advertencia ni discusión, y con propuestas como la de bajar la edad de imputabilidad penal «en lugar de asumir la responsabilidad de todos, la reducen a los ejecutantes». Afirmó que los fines de la universidad expresados en el artículo 2 de la Ley Orgánica adjudican a la institución una responsabilidad ética y que desde la Reforma de Córdoba las universidades de América Latina «han comprendido que deben estar al servicio del pueblo».

Fragmento de la noticia publicada en el Portal de la UdelaR 

PA                          

Pablo Carlevaro-Honoris Causa