La ministra de Salud, Susana Muñiz, expresó que la finalidad de esta reglamentación "es proteger la salud de la población infantil y adolescente a través de la promoción de hábitos alimenticios saludables" para de esta manera, "unificar el discurso de lo que le enseñamos a nuestros niños y jóvenes y que sea realmente efectivo".
Muñíz calificó como "un problema de salud pública mayor" la morbi mortalidad de los adultos provocada por enfermedades crónicas no trasmisibles generadads desde la infancia, donde la obesidad y el sobrepeso infantil tienen una gran influencia. Este indicador, representa más del 60% de las defunciones, así como un 60% del total de costos de la atención médica.
Una comisión integrada por el MEC, MSP y ANEP, se encargará del monitoreo, supervisión y articulación de las acciones a desarrollar en los centros educativos. Para ello, están trabajando en el diseño de un manual con acciones y procedimientos a jerarquizar sobre actitudes que contribuyan al proceso de alimentación saludable.
Wilson Netto, presidente de ANEP, destacó el avance significativo de la ley por su impacto "no solo en los niños sino en la globalidad de las familias" y revalorizó las cantinas en los centros educativos como "espacios de intercambio, encuentro y aprendizaje". En este sentido, expresó que "la alimentación y la educación deben ser entendidos "como un elemento transversal de pauta alimenticia que forman parte de la responsabilidad del sistema educativo".
Para finalizar, el ministro Ehrlich, definió esta instancia como "un punto de inflexión que cambia la trayectoria en lo que se refiere a la salud y a los principios de una sociedad que hace a sus referentes éticos y morales. Este pequeño paso, tendrá grandes consecuencias en una sociedad que está abordando estos temas".