El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, encabezó el jueves 4 de noviembre, en el Palacio Legislativo, la mesa conmemorativa del primer aniversario de la inclusión del “Candombe y su espacio sociocultural” en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad realizada por UNESCO.
La inclusión de este ritmo, que tiene sus orígenes en Uruguay, se concretó el 30 de setiembre de 2009 en base a un esfuerzo conjunto de la Comisión Nacional para la Unesco y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), a través de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación.
El Candombe y su espacio sociocultural se enmarca en la manifestación conocida como “llamada de tambores” o “salida de tambores” de Candombe, característica de los barrios con tradición candombera (Barrios Sur, Palermo y Cordón), históricamente habitados por afrodescendientes.
Ehrlich mencionó que este hecho “nos honra como país y como sociedad” y que al mismo tiempo reconoce una comunidad, como la afrodescendiente, “que ha contribuido a crear nuestra historia”.
La distinción de la Unesco reconoce las raíces y una construcción que trasciende “nuestras propias fronteras y eso constituye un hecho de gran significación”, remarcó. El candombe debe ser visto como un elemento de integración social y cultural que “nos conmueve y acerca”.
La Comisión Asesora del Candombe fue conformada con el objetivo de hacer conocer y mantener en el tiempo los orígenes del candombe, como asi también, darle oportunidades reales a las personas que trabajan en pro de su conservación, explicó su representante, Anibal Pintos.
Agregó que el candombe tiene tres toques madres (chico, repique y piano) y que no todos suenan iguales como, en general, se cree, siendo otro de los cometidos de la comisión colaborar para que cuando se lo quiera representar “se lo haga en forma correcta”.
A su turno, Clara Netto, de la División Promoción Cultural de la Intendencia de Montevideo, prefirió hablar de patrimonio cultural intangible en vez de patrimonio cultural inmaterial, porque al hablar de candombe “tenemos sustratos materiales” y además un “plus” intangible que “nos impulsa” a darle ese estatus.
Durante la disertación “La presentación del Candombe y sus toques”, Waldemar Silva, en representación de la comunidad afrodescendiente del Barrio Sur, señaló que “toda la sociedad uruguaya debe estar contenta por el (primer) año en que se festeja la incorporación del candombe como patrimonio de la humanidad”.
Por su parte, visiblemente emocionado, Perico Gularte, del barrio Palermo, agradeció “estar de este lado, cuando antes, quizas, estuvieramos en la puerta, o con un cepillo, o dando la bienvenida como porteros” por el sólo hecho de ser negros. En materia de derechos, “hemos avanzado muchísimo, pero aún falta”, aseguró.
La clausura del evento estuvo a cargo de la subsecretaria del MEC y presidente de la Comisión del Patrimonio, Maria Simon, quien recordó que la inclusión del candombe en la lista de patrimonios de la Unesco se inició con un estudio musicológico de ritmos “completamente particulares que van naciendo y evolucionando en el Uruguay, tomando como punto de partida, una migración forzada, un atentado contra los derechos humanos y el mayor genocidio que registra la historia, nada menos”.
En este contexto, “la cultura resulta ser un arma muy poderosa de resistencia y un camino seguro de libertad”, lo cual tiene efecto directo sobre la realidad y lleva “a transformar a las sociedades”, aseguró.