Luego de las intensas y alegres jornadas que se llevaron adelante con el Programa Educativo de Verano 2013, que alcanzó a más de 18.000 niños en todo el país, el Consejo de Educación Inicial y Primaria junto a Unilever anuncian el cierre de este proyecto que propuso a los alumnos actividades de recreación y de apoyo para mejorar su rendimiento escolar.
“El mejor medio para hacer buenos niños es hacerlos felices”. Con esta frase la Escuela de Tiempo Completo N° 255, del barrio Las Canteras, recibe todos los días a alumnos, maestros, padres y vecinos que visiten el establecimiento. Una frase más que propicia también para referirse al Programa Educativo de Verano 2013, que cerró una vez más con éxito su propuesta de aprendizaje en tiempo de vacaciones.
De hecho, la Escuela N° 255 fue el escenario para ponerle punto final a este proyecto que se inició el 14 de enero y cuyas actividades se desarrollaron en más de 200 escuelas de todo el país, alcanzando a más de 18.000 alumnos, sin contar a los que asistieron exclusivamente al servicio de comedor, que fueron más de 17.000 niños, dando un total de más de 35.000 chicos que en vacaciones siguieron aprendiendo y divirtiéndose.
Durante el acto de cierre del Programa Educativo de Verano, realizado por el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) junto a Unilever, la autoridades de Educación destacaron que este año el proyecto tuvo un incremento en las inscripciones de los niños y sumó a sus actividades la experiencia de los Campamentos Educativos, donde durante casi tres días los niños aprendieron buenos hábitos de convivencia y socialización, así como también tuvieron más tiempo pedagógico, con actividades vinculadas a Matemáticas y Lengua, entre otras.
Con algunas preguntas acerca de cómo lo habían pasado y qué habían aprendido durante el Programa Educativo de Verano, Néstor Pereira, consejero del Codicen, hizo participar a los niños presentes, quienes respondieron a viva voz lo mucho que habían disfrutado con sus compañeros y con niños de otras escuelas que no conocían.
Luego, el director de Educación del MEC, Luis Garibaldi, se refirió a lo importante que es llevar adelante, entre todos, políticas educativas que se constituyan en una eficiente forma de sumar más y mejor educación para los niños.
Garibaldi señaló que el Programa Educativo de Verano, junto a otros programas, como el de Maestros Comunitarios, Tiempo Completo, Tiempo Extendido y el Plan Ceibal, entre otros, marcan un claro rumbo de aumentar el tiempo pedagógico de los niños, con el que ganan en aprendizaje y socialización.
Por su parte, el director general del CEIP, Héctor Florit, se refirió al Programa Educativo de Verano como un “programa país”, ya que en el mismo trabajan diferentes actores de la sociedad, como en este caso lo es Primaria y la compañía Unilever, que por octavo año consecutivo, a través de su marca Nevex, apoya el programa con diversas actividades artísticas, en esta oportunidad de la mano de una banda de música que les enseñó a los niños divertidas canciones referentes al cuidado del medio ambiente.
Cabe señalar que el gerente general de Unilever, Jorge Ginel, también acompañó la jornada de cierre del Programa Educativo de Verano 2013, refiriéndose a la misma como una “hermosa tradición que tiene la compañía”, comprometida en acompañar a Primaria en su tarea de formar en valores a quienes serán en el futuro los hombres y mujeres del país.
Como viene haciéndolo desde hace 13 años, Nevex donó 5.000 túnicas para los alumnos de 1° año escolar, las que se suman a las más de 60.000 que la firma ya ha entregado a lo largo de los años.
Florit también aprovechó el cierre del Programa Educativo de Verano para anunciar una buena noticia para todo el país: volvió a bajar el promedio de repetición de los niños, alcanzando la cifra de 5,6%. “Esto significa que tenemos 1.000 niños menos que no repitieron las clases”, sostuvo el director del CEIP.
En suma, como señaló Florit, si bien el Programa Educativo de Verano suele estar asociado a que los niños realizan sólo actividades lúdicas y recreativas, lo cierto es que además de esos espacios libres de esparcimiento los chicos, de entre 4 y 12 años de edad, también aprendieron, de la mano de maestros y directores, muchas otras tareas curriculares que les serán muy útiles cuando comience el año lectivo.