Especialistas de la región trabajaron en un protocolo para medir desarrollo infantil en América Latina y el Caribe
Los días 27 y 28 de mayo, Montevideo fue sede del seminario regional denominado “El desarrollo infantil en América Latina: Desafíos para la medición y respuestas de política”, para analizar el estado de situación de los diferentes países e impulsar la realización periódica y regular de encuestas nacionales de desarrollo infantil.
De izq. a der.: Jorge Quian, Marina Arismendi y María Julia Muñoz.
Representantes de los gobiernos de la región, sociedad civil, academia y organismos de cooperación se reunieron durante dos días en el Centro Cultural de España para intercambiar sobre la elaboración de un protocolo de medición del desarrollo infantil. La primera jornada se centró en los aspectos técnicos (instrumentos utilizados) e institucionales de la medición del desarrollo infantil, enfatizando en las posibilidades de intercambio como países firmantes de la Declaración de Bogotá en el marco de la Agenda Regional para el Desarrollo Integral en la Primera Infancia. Durante el segundo día se discutió sobre el uso de la información para generar las respuestas programáticas que permitan cerrar las brechas.
El cierre del encuentro se realizó el martes 28, con la presencia de las ministras de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, y de Desarrollo Social, Marina Arismendi, junto al subsecretario de Salud Pública, Jorge Quian.
Delegaciones de la región reunidas en el Centro Cultural de España.
Muñoz mencionó las líneas de trabajo que su cartera desarrolla como la implementación del programa Gurí MEC que se realiza con apoyo del BID, el compromiso institucional con la Encuesta nacional de salud, nutrición y desarrollo infantil (ENDIS) y la instalación de una oficina de políticas públicas de Primera Infancia. Asimismo, destacó que este equipo técnico participó en la elaboración de un instrumento de medición de calidad de la atención que se realizó en forma conjunta con la ANEP y con el INAU.
En este sentido, cambió el paradigma del rol supervisor del MEC para los centros privados de atención, “pasando de fiscalizar al acompañamiento en la mejora de los procesos educativos, proceso de mejora continua para la calidad de la atención”, sostuvo.
Otra de las líneas de trabajo que valoró fueron las ferias de experiencias artísticas para la primera infancia que han visualizado a las niñas y niños como población que tiene derecho a bienes y servicios culturales.
Quian destacó la importancia del carné de control de la niñez y la adolescencia, ya que contiene índices de fácil pesquisa para las familias y el personal de la salud. “Si la familia lee lo que dice el carné y lo compara con lo que hace su hijo, puede tener una pista de si hay una desviación en el desarrollo”, explicó. “En todo esto, es útil tener escalas, parámetros en los cuales guiarse para llegar a una conclusión y tomar las medidas correspondientes”, dijo.
Arismendi valoró la “generación de conocimiento para hacer, para modificar y poner a prueba lo que estamos haciendo” porque tenemos por delante el desafío de llegar a toda esa población, a las 40 mil niñas y niños que nacen anualmente.