Amplio destaque tiene en la prensa española la presencia del Ballet Nacional del Sodre. El diario El País de Madrid entrevistó al director del cuerpo de baile, Julio Bocca, al que llama “Julito, ese tipo afable y cercano siempre disponible que a la vez es un astro mundial muy reconocido en el mundo de las artes escénicas globales.” Dice el periódico que “ahora su primera escala europea es en Madrid, al frente del Ballet Nacional de Uruguay (Sodre), una de las compañías de más solera de Latinoamérica (se fundó en 1935) y que está conociendo una verdadera resurrección estética y funcional desde el 1 de junio de 2010 cuando Bocca aceptó ponerse al frente de la compañía”
Bocca reiteró, durante la entrevista, que jamás dudó en aceptar el cargo cuando le fue ofrecido y que era consciente de los momentos difíciles que atravesaba la institución. “El Sodre ha tenido momentos muy difíciles, no tenía ni un teatro propio. Yo quise desde el principio transmitir mi aprendizaje, mi vida con las diferentes escuelas. Es un desafío, si pensamos en una institución estatal muy burocratizada. Tenemos al mismo tiempo el apoyo de mucha gente, pues está claro que todos queremos que el SODRE vuelva a ser lo que era y llevarlo un poco más allá”, dijo el Director del Ballet Nacional uruguayo.
Entre los planes inmediatos, explicó que se cuentan “estructurar la agrupación de manera activa; mantener y potenciar el gran repertorio clásico a la vez que a los coreógrafos de ahora. Ya hicimos Giselle con la orquesta en el nuevo teatro, 10 funciones (2.000 localidades) a teatro lleno a diario. Se trata de recuperar a ese público del ballet que existe. Luego vendrán obras de Forsythe, Duato, Kilian... Hicimos El lago de los cisnes, que fue mucho mejor pues tuvimos un poco más de tiempo. Dimos una primera gira por el interior del país, la primera después de 50 años.”
Sobre el futuro del ballet clásico, ante una pregunta del periodista de El País de Madrid, Boca fue terminante. “El repertorio no va a perderse. Es muy difícil de montarlo bien, y lo que sí es verdad es que quedará solo en las grandes compañías con grandes recursos propios. El público lo demanda. Dependemos mucho también de los artistas que tengamos, de ese magnetismo del solista principal. (En Latinoamérica) la danza está cambiando. La técnica se está modificando. Esto es una realidad objetiva que palpamos
cada día no solo en el escenario, sino en la sala de trabajo. Hay mucho potencial en todo el continente.