¿Cómo es que a Pedro Figari, que escribió un libro de filosofía dedicado “a la Realidad”, se le ocurrió pintar un cuadro tan raro y fantasioso? En efecto, no tiene nada de real, lo tituló Fantasía y es obvio que las figuras medio monstruosas (y graciosas) que pinta, como sapos gigantes o dinosaurios, no son simples rocas, sino criaturas que salen de su imaginación. ¡Hasta la gran nube que se arquea en el cielo sobre una luna llena parece un gran bicho con la boca abierta!
Pedro Figari Fantasía Óleo sobre cartón, sin fecha. 62 x 81 cm
Colección Museo Histórico Nacional
Pero las personas, y en especial los artistas, pueden cambiar sus ideas para mostrarnos distintas formas de ver. Sí, Figari creía en la Realidad (así con mayúscula*) y la defendía frente a las supersticiones y las mentiras que muchas veces se usan para engañar a las personas.
En esta pintura quiere enseñarnos otra cosa: que todo tiene vida, que nada hay en el universo que se detenga, que quede inmóvil. Figari comparte las ideas de Charles Darwin** sobre la evolución de las especies y este cuadro refiere a ese movimiento continuo de la vida y de la materia. Y también pareciera decirnos que vivimos como en un sueño. Por eso pinta tres caballitos rosados que se repiten en fila sobre el horizonte (nunca los veremos así en la “realidad”).
Los tres reinos, el animal (caballo), el vegetal (árbol) y el mineral (piedras con formas raras) se relacionan en esta pintura y parecen cobrar vida. Para dar idea de que todo está en movimiento pintó con trazos cortos y rápidos y empleó muchos colores contrastantes: los rosados están cerca de los verdes, los naranjas cerca de los violáceos. También aparecen vinculados los estados de la materia: el estado sólido (las grandes piedras), el líquido (hay un laguito azul o charco detrás del caballo) y el estado gaseoso (la gran nube amenazante).
* Su libro de filosofía Arte, Estética, Ideal de 1912 lo dedica ”a La Realidad, mi más alto homenaje”.
** Charles Darwin (1809-1882) Naturalista inglés. Sostuvo que todas las especies de seres vivos derivan de un antepasado común mediante un proceso de selección natural. Las especies no tienen una existencia estática sino que se encuentran en cambio constante.
Figari incluyó expresiones humanas o formas animales a las rocas en varias de sus pinturas, incluso realizó una serie de cuadros de peñascos conocida como “piedras expresivas” a las que titula con palabras como “Cautela”, “Codicia” o “Ferocidad” para destacar las emociones que sugiere en sus formas.
Pedro Figari
Estolidez (La estupidez)
40 x 30 cm
ca. 1917
Colección Museo Municipal de Bellas Artes Juan Manuel Blanes